Clínica

Luego, en abril, de repente, sin ningún dolor, perdí uno de mis dientes. Así que fui a mi dentista habitual. Me hizo una revisión y me dijo que mis dientes estaban empezando a aflojarse y que necesitaba ponerme 1 o incluso 2 implantes para sustituir algunos de mis dientes. Me da un presupuesto de 12.000 CHF para sustituir 4 de mis dientes delanteros. Como resultado, noté que mi aliento era a veces fuerte al final del día, lo que era muy desagradable para los que me rodeaban y para mí mismo. Entonces decidí pedir consejo a un segundo dentista de la vecina Francia para ver si podía reducir la factura. Había dejado pasar un mes mientras tanto. El dentista me hizo muchas preguntas sobre mis padres y mi familia, si alguno de ellos había tenido problemas con sus dientes a una edad temprana, lo cual no era el caso. Allí me dijo que mis dientes colgaban de un hilo. Que mis senos nasales y mi mandíbula superior eran casi inexistentes debido a una enfermedad genética. Fue una gran sorpresa.

Me hizo entender que sólo mis dientes del lado derecho del maxilar inferior eran aptos para aguantar y me dio un presupuesto de 24.000 euros incluyendo la extracción de todos los dientes (excepto los sanos) y la instalación de 12 implantes. Este tratamiento se iba a realizar a lo largo de 18 meses yendo regularmente a 2 horas de mi casa.

Dos semanas después, me presentaron a Sublime Clinique. Amor me aconsejó muy bien, fue capaz de escuchar la urgencia de la situación y luchó con los médicos para conseguir una consulta muy rápidamente y me aseguró la calidad de las clínicas que trabajan con él. Su atención, empatía y motivación hicieron que pocos días después, ambos estuviéramos volando a Estambul con un presupuesto de la clínica, que incluía la transformación de toda mi boca y no sólo ¾ de ella como proponía el dentista francés, pero que también incluía el coste del transporte de lujo hasta el lugar, y las pernoctaciones en un hotel de alto nivel.

Cuando llegué, la consulta estaba programada para un domingo, y había traductores disponibles para que pudiera comunicarme perfectamente en inglés y francés con el cirujano dental. Entonces me explicaron que una bacteria me había corroído la carne y que tenía que actuar lo antes posible, ya que el daño había progresado durante dos semanas. Entonces me derrumbé. Todo el equipo de la Clínica Sublime estuvo allí para apoyarme y darme un momento para evaluar la situación y tomar una decisión. Me hicieron ver que, aunque esto iba a ser un gran calvario, tenía que actuar rápidamente y cuidar mi salud. Mis temores sobre mi vida privada y la forma en que la gente me miraba me bloqueaban, tener que vivir sin dientes durante varios meses era una idea insuperable para mí. Supieron encontrar las palabras y los gestos para convencerme de la importancia y la urgencia de la situación. Que la prioridad era mi salud y no mi apariencia durante unos meses. Así que acepté operarme de inmediato, 30 minutos después todo estaba arreglado.

Antes, después de la operación y a mi regreso a Suiza, todo el equipo fue extraordinario. Su apoyo a lo largo de este calvario ha sido primordial y me ha dado una fuerza interior que no sabía que existía.